Marx El Panfletario

“Todo el evangelio de Karl Marx puede resumirse en una sola frase: odia al hombre que está en mejores condiciones que tú. Nunca bajo ninguna circunstancia admitas que su éxito pueda ser debido a sus propios esfuerzos, a la contribución productiva que ha hecho a toda la comunidad. Siempre atribuye su éxito a la explotación, la trampa, al más o menos abierto robo a los demás. Nunca bajo ninguna circunstancia admitas que tu propio fracaso pueda deberse a tu propia debilidad, o que el fracaso de nadie más pueda deberse a sus propios defectos -su pereza, incompetencia, imprevisión, o estupidez.”

Henry Hazlitt.

Con apoyo de la obra Capital e Interés- Eugen von Böhm-Bawerk, Libro VII-Teorías de la explotación.

La tesis de Marx en su obra el Capital es la siguiente: el valor de toda mercancía se determina exclusivamente por la cantidad de trabajo que cuesta producirla. Al momento de tratar de encontrar el valor de los bienes limita su campo a las mercancías producto de los trabajos destinados al mercado y no a todos los bienes económicos, el siguiente resumen tratará de explicar de manera sencilla su teoría para después establecer unas críticas.

Como mencione, Marx quiere encontrar la esencia del valor de las mercancías, tiene la idea de que hay algo común a las mercancías al momento en que estas se intercambian:

1 kilo de pan = 2 litros de leche

Marx encuentra en esta igualdad algo que las mercancías tienen en común y es la de ser productos del trabajo, y si podemos abstraernos más nos daremos cuenta de que todos los objetos tienen trabajo humano acumulado: una casa, un bolígrafo, etc. todos ellos tienen acumulado trabajo humano cristalizado y que Marx denomina a todos estos, valores.

Una vez determinado el concepto de valor, Marx pasa a determinar la magnitud de valor, esto es, el tiempo de trabajo que cuesta producir la mercancía, pero no se trata del tiempo de cada persona sino del tiempo de trabajo socialmente necesario (distinto en cada sociedad, que varía según su desarrollo) para producir la mercancía: surge así la “ley del valor”, postulando que las mercancías se cambian en proporción del trabajo socialmente necesario materializado en ellas, es decir, a mayor tiempo de trabajo contenido en una mercancía, mayor será su valor.

Una vez descubierta la “ley del valor”, Marx desarrolla la “teoría de la plusvalía”, esta teoría es resumida con el siguiente ejemplo:

Un capitalista compra con “X” cantidad de dinero cierta mercancía –que la usará para producir otra o la vendara directamente- que logra venderla a una mayor cantidad “X” del dinero que tenía al principio. ¿Cómo pudo pasar?, pues bien, intuitivamente cualquiera diría que de eso se trata un negocio, porque si no se ganara más de lo que se invierte pues no existirían empresas ni negocios, bueno pero Marx, fiel a su método dialectico, sostiene que las mercancías necesariamente tienen que cambiarse por su valor y encuentra la existencia de una mercancía llamada fuerza de trabajo que tiene la cualidad de emanar valor de cambio… la historia es como sigue:

Como todas las mercancías tienen un tiempo de trabajo socialmente para producirse, la fuerza de trabajo necesita también de cierto tiempo de trabajo para poder reproducirse, es decir, vivir, supongamos que ese tiempo son 5 horas de trabajo, y supongamos que esas cinco horas se materializan en 1000 pesos, con lo que el capitalista paga esos 1000 pesos pero hace que el asalariado trabaje 12 horas, con lo que se apropia de las horas trabajadas gratis por el asalariado.

De modo muy general se presentó “la ley del valor” y “la teoría de la plusvalía” de Marx, ahora vienen las críticas:

La idea de Marx de que el trabajo es la única fuente de valor viene de Smith y Ricardo, aunque estos autores toman como una verdad evidente (y yo aumentaría que fueron faltos de visión) que el trabajo es lo que da a las cosas valor 1, para Smith, el esfuerzo y el trabajo le dan valor a las cosas, cuanto mayor esfuerzo y mayor trabajo tenga un bien, más valor tiene… esto contradice los hechos, piénsese en el valor de lo que producen un ingeniero de software y un obrero y el esfuerzo que invierte cada uno… puede haber sido que Smith no se anticipó a ver hasta el siglo XXI, donde la tecnología está revolucionando el mundo del trabajo. Para que “La ley del valor” sea en algún grado compatible con la realidad no han de tenerse en cuenta todos los bienes económicos -deja fuera del análisis los bienes de la naturaleza- sino solamente son tenidos en cuenta los bienes que se intercambian en el mercado y que son producto de trabajo humano: esto es forzar los hechos a la teoría, porque si limitamos los bienes que tienen incorporado trabajo y queremos saber que tienen en común esos bienes es obvio que en alguna medida tendrán trabajo! Para que “La ley del valor” se cumpla en cierta medida tiene que dejar fuera del análisis los siguientes bienes: Los bienes “raros” que no pueden reproducirse en cantidades ilimitadas: pinturas, estatuas, derechos de autor, los secretos industriales… todos ellos “excepcionales”. El trabajo que no pasa por el mercado de trabajo como tal, es decir, no sujeto a “la teoría de la plusvalía” como ser el de un pintor, un artista independiente, un emprendedor, y además porque trabajando menos horas su valor de cambio es mayor que la de un obrero, o empleado promedio por ejemplo. Sobre el capital:

Según Marx todo el valor de las mercancías eran fruto del trabajo involucrado en ellas y que según su “ley del valor” las mercancías deberían intercambiarse en proporción a la cantidad de trabajo invertido en ellas, ahora bien, Marx divide el capital en dos partes:

La parte variable: parte del capital usada para pagar sueldos y salarios. La parte constante: capital empleado en la adquisición de los medios de producción. De estas dos partes, el monto de la plusvalía no es fruto del monto total (parte variable + parte constante) sino que solo es en proporción al capital variable, sin embargo, esto contradice la realidad ya que mercancías más intensivas en capital (más participación de capital constante) tienen más valor que las que incorporan menos capital constante, por ejemplo, vale más un auto (más intensivo en capital) que una prenda de vestir (más intensivo en mano de obra). Entonces, las mercancías no se cambian en proporción a su valor determinado por “solamente” por el trabajo tal y como decididamente afirma en el tomo primero del Capital.

Esta “ley del valor” de Marx por lo que vemos no es nueva, y además de tener contradicciones y no encajar en los hechos, se halla en el corazón de los más fervorosos luchadores socialistas, que aun entendiendo –o no- sus errores, la usan como bandera en pos del “proletariado”, porque a veces domina el corazón antes que la razón.

Publicado en: FCE Debate


  1. Principios de economía política y tributación. Capítulo 1 sobre el valor. ↩︎